CAUSAS Y SÍNTOMAS DE LA ACIDEZ DE ESTÓMAGO

El ardor o “quemazón” aparece cuando el contenido del estómago sube al esófago a causa de un error de la válvula llamada Esfínter Esofágico Inferior (EEI). Esta parte separa los dos órganos para evitar que los ácidos suban del estómago al esófago.

Cuando los ácidos gástricos suben por el esófago producen ardor por detrás del esternón, pudiendo llagar hasta el cuello.

Causas y síntomas del ardor:

Las causas del ardor de estómago son muchas y diferentes, pero la más frecuente es la hernia de hiato. Cabe destacar que el hecho de tener una hernia de hiato no implica que se vaya a tener reflujo gastroesofágico o al revés.

Por otra parte, hay pacientes que acuden a la consulta de Cirugía General por una alteración en el funcionamiento de esta válvula desde su nacimiento o debido a su constitución. Además, hay otros factores que alteran el esfínter esofágico interior, como el alcohol, el tabaco o los ejercicios fuertes.

Otros síntomas de la pirosis o reflujo gastroesofágico (RGE), términos médicos del ardor, son la tos crónica con ronquera, los vómitos frecuentes o la afectación crónica de la garganta (de hecho, algunos pacientes son diagnosticados en la consulta del otorrino).

 

Cirugía del reflujo gastroesofágico y de la hernia de hiato

Para tratar el ardor hay que seguir tres pasos:

1. Cambiar de hábitos: Es necesario realizar comidas de fácil digestión y evitar los irritantes como el alcohol, los picantes, el café y las comidas copiosas. Además, hace falta evitar el tabaco y realizar deporte para evitar la obesidad. Como por la noche es cuando más episodios de reflujo se producen, es recomendable levantar la cabecera de la cama 20 cm. y no acostarse al acabar de comer (hay que esperar 60-90 minutos a que se realice la digestión).

2. Medicarse: El fármaco más empleado es el omeprazol y sus derivados. Con él se inhibe la producción de ácido en el estómago y, en consecuencia, se disminuye la agresión al esófago. De esta manera el esfínter trabaja mejor. Se pueden asociar otros fármacos para acelerar el vaciamiento esófago-gástrico pero siempre deben consultarse con el cirujano o especialista en aparato digestivo.

3. Cirugía: Indicada para aquellos pacientes que no responden al tratamiento médico o bien no lo pueden seguir (en el 90% de los casos se soluciona el reflujo con la cirugía). 2º artículo CIRUGIA LAPAROSCOPICA PARA ACABAR CON EL ARDOR El ardor o la acidez en el estómago es un síntoma fácil de diagnosticar y tratar. En ocasiones, debido a su gravedad o a no recibir un tratamiento efectivo que lo haga desaparecer, es necesario someterse a una cirugía laparoscópica. Técnica de la cirugía laparoscópica La cirugía laparoscópica hace referencia a la manera en la que el cirujano general accede a la cavidad abdominal. Se basa en hinchar el abdomen con gas (CO2) para poder introducir una cámara (a través de la cual se seguirá la intervención) junto con los instrumentos necesarios para hacer la operación. Si el paciente tiene hernia de hiato asociada se reducirá para liberar el esófago distal y el estómago proximal, de esta forma se rodeará el esófago con el estómago a modo de una “corbata”, y así construir un mecanismo antireflujo esófago-gástrico. Del mismo modo se repara la hernia de hiato de forma anatómica para que el estómago se encuentre en el interior del abdomen en todo momento.

 

Ventajas de la cirugía laparoscópica

Con esta técnica se puede reparar el reflujo gastroesofágico (RGE) mediante 4 o 5 cortes de 0,5-1 cm. Antes, sin embargo, se realizaba una incisión de 20-30 cm. en el abdomen. Las ventajas que tiene el paciente con la laparoscopia son:

– Menos dolor postoperatorio

– Puede salir antes del hospital

– Tolera los alimentos antes

– Rápida recuperación del funcionamiento intestinal

– Rápida recuperación de la actividad normal

– Mejores resultados estéticos junto con un índice menor de hernias o problemas en las heridas.

Aunque la cirugía laparoscópica del reflujo gastroesofágico tiene muchas ventajas puede no ser apropiada para algunos enfermos.

Es necesario consultarlo con el cirujano para saber cuál es la técnica más apropiada, pues hay determinadas enfermedades cardíacas, respiratorias y neurológicas que contraindican la cirugía laparoscópica.

Postoperatorio de la cirugía laparoscópica

Se pueden ingerir líquidos a partir de las 12 horas y purés a partir de las 24 horas. Durante los primeros 10 días se tiene que comer comida triturada. A partir del décimo día se puede hacer vida normal, después de visitar su consulta.

Se debe llamar al cirujano en caso de:

– Fiebre superior a los 38º o escalofríos

– Hemorragia por heridas o por el recto

– Dolor abdominal en aumento o hinchazón en el abdomen

– Imposibilidad de orinar

– Enrojecimiento o supuración de alguna de las heridas

– Síntomas respiratorios como tos persistente o dolor colosal